Ayer fue un estupendo día, desde temprano en casa al despertar a un nuevo día rodeado de mis seres amados, con salud, y algo que echarse al coleto, pues no queda mas que ser agradecido con quienes lo hacen posible.
Decidimos llevar al cine a los críos, la película elegida democráticamente (mi mujer la escogió) fue Planeta 51, una película buena a secas, pero que cumple su cometido de entretener y divertir a los niños, con la ventaja, de que tuve a bien rentar toda la sala para nosotros (eso les dije a los niños, no llegó nadie más a la sala) entonces no nos acompañaron los acostumbrados gritos, llantos y berrinches tan socorridos en las funciones de matiné. Mi hijo el menor es fabuloso, se pasó toda la película de pie y llenándose el buche de palomitas y refresco, mi princesita no perdió detalle de la película y ella prefirió unos kisses de chocolate, mi mujer sin duda alguna fue la que más disfrutó la película, pues las carcajadas que se aventó eran audibles hasta el estacionamiento del cine, sólo espero que sus risas no hayan molestado a nadie en la sala, ¡ah chingá! que estábamos solos, jeje.
Despues llegamos a nuestro hogar a compartir el pan y la sal con mis suegros y mi cuñada, comimos y departimos con gusto.
Y para cerrar con broche de oro, nos dispusimos a ver la inobjetable, merecida, clara, enorme, fabulosa, justa y gran victoria del Cruz Azul sobre el Puebla, por cierto que mis dos hijos menores también le van al mejor equipo del universo, ya que el mayor le va al América.
3 momentos alegres tuve ayer, de los tres me quedo con el tiempo pasado con mi mujer y mis hijos, aunque extrañé a mi hijo mayor.
Cést la vie!
Decidimos llevar al cine a los críos, la película elegida democráticamente (mi mujer la escogió) fue Planeta 51, una película buena a secas, pero que cumple su cometido de entretener y divertir a los niños, con la ventaja, de que tuve a bien rentar toda la sala para nosotros (eso les dije a los niños, no llegó nadie más a la sala) entonces no nos acompañaron los acostumbrados gritos, llantos y berrinches tan socorridos en las funciones de matiné. Mi hijo el menor es fabuloso, se pasó toda la película de pie y llenándose el buche de palomitas y refresco, mi princesita no perdió detalle de la película y ella prefirió unos kisses de chocolate, mi mujer sin duda alguna fue la que más disfrutó la película, pues las carcajadas que se aventó eran audibles hasta el estacionamiento del cine, sólo espero que sus risas no hayan molestado a nadie en la sala, ¡ah chingá! que estábamos solos, jeje.
Despues llegamos a nuestro hogar a compartir el pan y la sal con mis suegros y mi cuñada, comimos y departimos con gusto.
Y para cerrar con broche de oro, nos dispusimos a ver la inobjetable, merecida, clara, enorme, fabulosa, justa y gran victoria del Cruz Azul sobre el Puebla, por cierto que mis dos hijos menores también le van al mejor equipo del universo, ya que el mayor le va al América.
3 momentos alegres tuve ayer, de los tres me quedo con el tiempo pasado con mi mujer y mis hijos, aunque extrañé a mi hijo mayor.
Cést la vie!
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