Sunday 23 February 2014

Como dijera Héctor Suárez ¿Qué nos pasa?

En Venezuela, nuestros hermanos, están enfrascados es una batalla justa, pero desigual, o por lo menos así pareciera al oponerse al gobierno, quien a muestra de poco seso, recurre a la violencia para contener (o querer contener) a un pueblo descontento, harto, decepcionado y olvidado una y mil veces en el pasado (y en el presente), en donde la gente prácticamente se está muriendo de hambre, porque la riqueza vasta de un País, no es democrática, está sesgada hacia los que más tienen, aunque el pueblo esté cada vez más jodido, por eso surgen las movilizaciones civiles, por eso los padres, madres, hijos, hijas, nietos y abuelos deciden salir a pedir a lo que tienen derecho por el más elemental de los principios, el de la supervivencia, aún a sabiendas de que pueden perder la vida por exigir JUSTICIA SOCIAL.

Misma puerca pero en diferente corral, en Ucrania el hartazgo por los manejos del “intocable” Presidente y por las concesiones a familiares directos y gente cercana a su círculo, amén de decisiones poco afortunadas en cuanto a no cerrar tratados con la comunidad europea que según los especialistas traería en teoría una inyección vital ante la crisis, y supondría en teoría un futuro más esperanzador para el País, pero los manejes y tejes del actual Presidente, haciendo ojitos ante Rusia han desalentado a la población, lo cual ha derivado en manifestaciones (al principio, pacíficas) sin embargo al intentar desbaratar dichas manifestaciones, se han encontrado con respuesta en igual amplitud y fuerza, lo que ha dejado bañado en sangre al País.

Cuando alguien te da un golpe, seguramente analizarías dos posibilidades: quedártelo, o regresarlo. Si al día siguiente te da otro golpe, quizás analizarías igual: quedártelo o regresarlo. Si al tercer día te da un nuevo golpe (ni modo que el mismo, verdad?), tendrías con toda seguridad que analizar dos escenarios: regresárselo en el hocico o regresárselo en los huevos.

Me pregunto, hasta cuando los mexicanos soportaremos a nuestros políticos? Hasta cuando mantendremos encumbrados a este fraternal y selecto grupo de elegantes tramposos, hasta cuando permitiremos que se sigan robando hasta lo que no ven, que se sigan hinchando descaradamente (Elba Esther, Romero Deschamps, Marín, sólo tres ejemplos de los 40 ladrones de Alí Babieco)

Cuando nos organizaremos como hermanos y los pondremos en su lugar, que sepan que aquí MANDA EL PUEBLO Y ELLOS OBEDECEN COMO EMPLEADOS NUESTROS.
No me entiendan mal, no deseo que mi aún hermoso País sufra actos violentos como los arriba narrados, no, pero sí creo que podemos exigir y manifestarnos en donde más les duela a nuestros gobernantes, en el bolsillo.

El día que TODOS dejemos de pagar tenencias, controles vehiculares, impuestos excesivos, multas, recargos, y tanto y tanto que tenemos que pagar, ese día les echaremos por tierra su minita de oro, y entonces sí, tendrán que ponerse a trabajar para poder cobrar.