Tuesday, 15 September 2009

Enamorado hasta el tuétano


Cada día más enamorado de mi mujer, y en permanente luna de miel (méritos de ella), me vino a la memoria una canción que resume mi sentir. Y aún no entiendo como no escribí esta canción (¿será que no soy compositor?)


Te amaba ayer, te amaba

con pasos inseguros,

secuelas que arrojaban

mis sueños inmaduros.

Frivolidad inerme,

cabriola tras cabriola,

contento de mecerme

al ritmo de las olas.

Te amaba ayer, es cierto

o quizás, no te amaba

cuando recién despierto

mi corazón buscaba

fantasmas y laureles,

que suenan de pasada,

como los cascabeles

que lleva la manada.

De ayer a hoy, te amo

definitivamente;

te amo, tramo a tramo,

incondicionalmente;

digamos que son tuyas

mis cumbres y laderas,

dolores y aleluyas,

licencias y barreras.

De ayer a hoy, te siento

mi pulso permanente,

mi rosa de los vientos,

mi vuelo impenitente

origen de la brisa

que agita mis banderas,

mi piel y mi camisa,

mi casa y sus riberas.

Te amaba ayer, ¿quién sabe

de qué forma te amaba?

pero, qué duda cabe,

entonces ya rondaba

mi amor, por la cintura

gemela de tu alma,

abierta la ternura

con puertas y ventanas.

Te amaba ayer o ¿acaso

te amaba desde antes?

cuando inició su paso

por mí la desbordante

corriente de la vida,

aún dentro de mi madre,

como una bienvenida...

ya estabas en mi sangre.

De ayer a hoy, te amo

de todas las maneras.

Empieza desde cero:

te amo como quieras,

si quieres como amante

febril y arrebatado,

si quieres titubeante

si quieres sosegado.

Sin que lo sepa nadie,

como algo clandestino.

Si quieres como el aire

que mueve los molinos;

igual me vale el modo,

humilde o altanero:

del todo y hasta todo...

te amaba y hoy te amo.


Escrito por el

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