Hace dos días por esas cosas de la vida, al llegar a mi hogar (porque casa, los perros) me encontré con la desagradable sorpresa de que la bomba hidráulica no servía. Me fui por el Sr. Ponce quien es uno de los mejores plomeros que podrías encontrar, es bueno en su trabajo, nunca pone pretextos como muchos otros (es muy tarde/temprano, mejor mañana, no tengo herramienta, estoy enfermo, y un largo etcétera), es confiable y muy consciente a la hora de ponerle precio a su trabajo. Pero quizá la característica más sobresaliente de él, es que tiene una plática interesantísima, y variada, ya que puede hablar perfectamente de política, pasando por deportes, vida diaria, economía, seguridad, en fin, es todo un savant.
También hay que decirlo, es un poquito comunicativo, puesto que conoce a mucha gente, se le da bien, me enteré mientras lo llevaba de regreso, al cruzar por una colonia, me preguntó si conocía al diputado Hernández (PRD), al decirle que no lo conocía, se soltó, me contó que este diputado tiene 3 mujeres, y que con las tres tiene hijos, pero lo que hizo soltar la carcajada, fue cuando me contó que a sus 3 mujeres las tiene viviendo en la misma colonia, con sólo una o dos calles de distancia entre las 3 casas, háganme el favor, soy muy respetuoso en la vida de los demás, pero si me parece de mal gusto, por lo siguiente, la tendencia de los niños o adolescentes es salir a jugar, platicar, con sus cuates de la colonia, e incluso frecuentar sus respectivos hogares, quien le asegura a este tipo, que sus hijos no se han topado con sus hermanos, desconociendo totalmente con quien están tratando, o el remoto (pero posible) caso de que se relacionaran afectivamente, eso sí me parece censurable, vaya pudiéndose evitar, pero como dice el dicho popular: cada cabeza es un mundo.
Yo en lo particular opino como Arjona en una de sus canciones, “hombre es el que tiene una y la mantiene contenta”
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