Tuesday 27 October 2009

Basura


Existe un dicho popular que puede enervarme. "El hombre llega hasta donde la mujer quiere" y bajo ese derrotero se han cometido las peores bajezas y atrocidades en contra del ser más bello de este mundo, la mujer. En este País, tristemente el machismo sigue existiendo, y las lagunas mentales profundas e hirientes de quienes en su papel de protectores, se tornan detractores de la mujer abusada hasta el grado de acusarla de, que por su forma de vestir/hablar/maquillarse fue ella la provocadora de aquello que le sucedió.

Las mujeres tienen que poner y conocer los límites, son las únicas que pueden decir si el trato que reciben es el que desean, sin miedos, sin violencia física o lo que es peor, violencia psicológica. Tienen todo el derecho de vivir en un ambiente armónico, tranquilo, reparador de los ajetreos de la vida diaria, un lugar en donde se sientan amadas, seguras, protegidas, apreciadas, porque ese núcleo vital es el que da fuerza, ánimos y alas para crecer personal, intelectual, laboral y emotivamente.

Las mujeres abusadas en una u otra forma no son las culpables de ello, únicamente son responsables de su vida y cada quien elige lo que quiere vivir o no, y hasta donde y cuando lo quiere, y molesta un poco ver que algunas veces no quieren, o no tienen fuerzas para poner un límite, y cuando el miedo te ata de manos y te venda los ojos, te domina, y de esto es muy difícil salir.

Debemos enseñar a nuestros hijos, a ser autosuficientes, ayudarles a que tengan una autoestima alta y que se manejen en la vida con rectitud y siendo seguros de si mismos, les daremos un gran regalo porque sólo escogerán lo mejor cuando decidan compartir sus sentimientos y su vida con alguien, y se empatarán con hombres y/o mujeres en toda la extensión de la palabra, y a la "basura" la pondrán en el lugar que le corresponde.



2 comments:

  1. Totalmente de acuerdo contigo.

    Me pareció muy bueno el texto. Como siempre, el problema viene de todo lo que se ve y aprende en casa. Si sabemos enseñar a nuestros hijos la diferencia entre lo que está bien y no. Y no sólo con palabras, sino con hechos, lograremos cambiar mucho.

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  2. Tienes razón, hay que predicar en el ejemplo, aunque muchas veces parece imposible, no es así, si se puede. Puedes elegir ser amable o un hijo de tal, siempre hay que ser amable, y construir con tus seres queridos un núcleo donde lo más importante sea el amor. Saludos.

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