Me da asco pensar la cantidad de dinero tirado a la basura que supone toda la penosa y decadente publicidad política para candidatos. Es una cantidad obscena teniendo en cuenta que existen millones de personas que apenas subsisten y otros millones (40 aproximadamente) que viven en la pobreza extrema. Eso si, hay que reconocer que son parejos cuando de aumentar el salario mínimo se trata, lo despachan con la cuchara grande. Malditos. Ofende a todos los gastos de campañas, publicidad en forma de pendones, lonas, espectaculares, bardas, spots de radio y televisión (carísimos), obsequios, que si la pulserita, que si los dulces, que si el calendario del mundial, que publicidad antiestática para medallones de automóviles, calcomanías, y el colmo, ¿porqué no? Anuncios en internet, ya no puede alguien checar su cuenta de Hotmail, sin tener que observar las caras odiosas y horribles de los candidatos a gobernador en Puebla. Y todo para que aterricemos en nuestra cruda realidad:
El primer candidato le dijo al segundo candidato:
-¡Bastardo!
El segundo candidato le dice al tercer candidato:
-¡Hijo de perra!
El tercer candidato le dijo al primer candidato:
-¡Hijo de puta!
Después los tres candidatos se juntaron y le dicen al electorado:
-Ve a votar. Demuestra tu civismo.
Si pudiésemos prestar atención a lo realmente importante, podríamos ser felices.
ReplyDeleteSi nos preocupásemos de quienes nos representan en el gobierno en lugar de ver el marcador del partido
Si no estuviéramos tan preocupados por ser infelices por no tener todas aquellas cosas que no necesitamos
Si en vez de vivir nuestra vida no la desperdiciáramos trabajando toda la vida para que el mundo donde viven nuestros "representantes" sea maravillosamente diferente al nuestro.