El pasado 19 de Noviembre celebramos gracias a la hospitalidad de La Lola y Xóchitl, de nuestra segunda reunión multigeneracional del ínclito y hoy extinto Instituto Anáhuac. Reunión en la cual compartimos además de botanas y bebidas espirituosas, lo que se debe compartir para que este mundo tan violento en el que nos toca vivir, cambie. Me refiero al amor, en esta ocasión vestido de amistad.
Es maravilloso ver como hemos crecido (menos Chepe), y en que nos hemos transformado, todas y todos aparentemente gente de bien, aunque siempre hay excepciones y luego nos llevamos cada sorpresita que mejor ahí le paramos.
Me gusta observar a la gente, y me gusta ver divertirse a la gente, y en esta segunda reunión literalmente estuvimos disfrutando todos sin dejar fuera a nadie, pero me parece que el más desmadroso y ladilla en esta ocasión fue Cristóbal, aunque el que más nos hizo reír por el tapón que se cargaba fue Chepe, que manera de beber (¡Guácala, que rico!) Los que más bailaron Claudia, Elsa, Carlos Zamudio, Lola, Cris, los que platicaban con todos Cris, Lola, Ray, los abstemios Ray y Marco Arau, y la “cobrona” de Xóchitl. Todas muy guapas y todos muy formales, la música muy ad-hoc, tanto así que nos hizo recordar aquellos venturosos días, con una claridad casi palpable.
Recuerdos inolvidables al saber que el amor, la hermandad disfrazada de amistad, permanecen y trascienden.
Me encantó esta reunión, y me dio gusto ver a todos los asistentes, pero en especial a Lola, un gustazo ver a Cristóbal (eres un tipazo brother) y a Carlos a quienes se les agradece la disposición por venir desde tan lejos, a Gabriel, a Marco, a Ray, a Gaby, a Alejandra y a Paco. Mi corazón para ustedes amigos.
Por cierto Ray, me la debes….
Pregúntale a Cris.
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