Después de analizar el juego de nuestra amada Selección Mexicana de fútbol (El Gigante de la Concacaf), queda la certeza cruda y real de que andamos perdidos. Se ha abaratado la camiseta nacional al observar a jugadores supuestamente de primer nivel, a quienes les queda grande el representativo nacional. Con incredulidad ví que muchos jugadores no están en su mejor nivel, como Torrado otrora guerrero incansable de mil batallas, equivocando pases simples, entregando balones en forma tonta y lenta, sin esa capacidad de reacción que le caracterizaba, en su favor diré que sigue siendo pundonoroso y entregado, pero de nada sirve esto sin técnica y capacidad física. Magallón quien se perfilaba para ser el central acompañante ideal para Márquez, lamentablemente cuando mejor jugaba, se lesiona, y aún le falta mucho para recuperar el nivel que tenía. Los dos Castro, José Antonio e Israel, no tienen nivel siquiera para jugar en primera división, Juárez perdido en el espacio, Valenzuela quien pierde la marca de Ledezma, quien a la postre empata el partido en tiempo de reposición, no muestra nada, ni actitud, ni ganas, ni vergüenza. Barrera y Medina ni se vieron (¿acaso jugaron?), Pinto cada día peor, y de Sabah ya ni hablo, creo que ayer perdió definitivamente su lugar en la selección. Los únicos rescatables del partido de ayer por su actitud y juego son Ochoa (a quien en lo particular, siento que le falta personalidad, se agradecería de vez en cuando un grito o mentada de madre a sus compañeros), Gío y Franco.
Ahora más que nunca estoy seguro que hay que fajarse los pantalones, aunque sean cortos, se necesita gente que se la parta en cada jugada, gente con los tamaños suficientes para encarar no a los americanos, a quien sea, brasileños, argentinos, etc. En mi humilde opinión hay jugadores que harían mejor papel que los actuales, ejemplos: Margarito, un defensa central alto, fuerte, colocado, inteligente, que se suma al ataque y tiene una derecha potente y privilegiada, y cada que tiene oportunidad la utiliza. Sinha, del cual sus características son sobradamente conocidas. Palencia, todo pundonor y fuerza, con personalidad y carácter. Villaluz, descarado e intrépido, con habilidad y velocidad suficientes para desequilibrar y preocupar al contrario, y Blanco, el eterno “Cuau” quien tiene el don de poder cambiar un partido en una fracción de segundos, amén a una de sus acostumbradas genialidades. Por el bien de todos espero que la nueva convocatoria para el partido contra USA sea ahora si, con lo mejor que tenemos, y que jueguen sin miedo, con personalidad, y que con un triunfo contundente regresemos a la competición para clasificar para el mundial.
Mi estimadísimo P-Lón:
ReplyDeleteVientos por la iniciativa de unirte a la blogósfera, siempre hace falta una mente sagaz y de escritura hábil y honesta para poder leer con gusto.
La aduana del próximo domingo contra la selección "B" (¿o es la "C"?) de los E.E.U.U. en la Copa Oro será sin duda un indicador más del pobre nivel que hemos demostrado en últimas fechas.
El gigante de CONCACAF se hace cada día más chaparro, prieto y feo, como que ya nos estamos viendo en un espejo real y no en la fantasía de ser una nación de altísimo nivel en la cancha.
Por primera vez me gustaría tener la certeza de que auténticamente el equipo haga las cosas "con las patas" además del corazón y el cerebro; los partidos se ganan con goles, y debe haber alguien que los anote.
¿O no?